Hoy en día los
estudiantes de todo el mundo son nativos digitales, por este motivo los
profesores debemos pensar de otra manera para poder entender sus requerimientos
básicos a la hora de aprender
La persona es un ser
“biopsicosocial y espiritual, está destinada al autodesarrollo y a la construcción de sí misma a lo largo de
su existencia, siempre en interacción con su realidad circundante,
especialmente con sus semejantes (Patiño, 2010, p.49). El proceso de
comunicación es tan necesario que el ser humano sólo puede realizarse mediante
él y a través de éste alcanzar su madurez, por ello el “proceso de constitución
del sujeto y de su humanidad, lo diferencia de otro seres vivos” (Leliwa S.
& Scangarello I., 2011, p.75).
Biológicamente, en el
origen del aprendizaje, el cerebro juega un papel fundamental, porque dentro de
él, existen unas células llamadas neuronas y tienen la función de recibir,
elaborar o transmitir información. Cuando éstas se conectan entre sí, forman sinapsis que es una especie de
puente entre las neuronas que transmiten información. Debido a esto, como
mencionan algunos autores, la inteligencia[1] depende de la
superficie del cerebro, es decir, el número de neuronas que componen el tejido
cerebral (Patiño, 2010, p.36), entonces a mayor número de neuronas, mayor
capacidad de adquirir y conectar información. Pero ¿qué papel juega la
información en el proceso de aprendizaje?
Las condiciones y características específicas de las personas las hace
diferentes en todos sus aspectos, en particular en la forma de relacionarse con
los demás y por supuesto en las formas de aprender. No en vano muchos autores,
expresan que la forma de aprender depende de cada estilo de la persona. Las
formas de aprender son el resultado de diferentes variables, como la forma de
trasmitir la información, el bagaje cultural, la motivación interna y externa
del alumno, así como el medio ambiente, etc.(Aragón, M. y Jiménez, Y. 2009,
p.6). Como los modelos de aprendizaje de los alumnos no son estandarizados,
debemos preocuparnos por diseñar estrategias que se puedan acomodar a sus
personales estilos.
Hoy los alumnos aprender de diversa manera, esto lo debemos tomar en cuenta tanto en el diseño como en la forma de interactuar con estos jóvenes digitales.
En los proyectos que me he visto incolucado en los 20 años que he trabajado en el TEC, se han centrado en capacitar a los profesores para que se conviertan en facilitadores activos de un ambient interactivo, donde los alumnos participen y obtengan el mejor resultado de su experiencia de aprendizaje. Al mismo tiempo he procurado que mis cursos tengan un porcentaje muy grande de tiempo dedicado a la interacción entre los alumnos. Estoy convencido que el profesor ya no es el único que dicta la agenda de trabajo, sí estoy de acuerdo que es el que diseña o planifica el curso, pero noahora el que dicta las reglas de acción en la plataforma digital, es el que diseña ambientes de aprendizaje y genera distintas formas de entrar a una red de comunicación. Los alumnos son invitados a formar parte de esta red, donde cada uno aporta y reporta lo que cree conveniente en ese momento, de acuerdo al objetivo de aprendizaje que el profesor le ha presentado.
Los estudiantes utilizan las herramientas digitales en todos los aspectos de sus vidas:
para comunicarse, socializar, organizarse y como medio de entretenimiento
y aprendizaje. Es por eso que el diseño de espacios y herramientas
digitales eficaces se ha vuelto muy importante en términos de pedagogía.
Los alumnos digitales son ahora muy creativos, multiculturales, multifacéticos y habilidosos para recurrir a fuentes tan diversas desde sus móviles, que en una pregunta o cuestión que el profesor les presenta, ellos pueden aportar en tiempo real muchas cuestiones nuevas y enriquecer ese escenario que se les presentó de múltiples maneras.
[1] Para Gardner H. (1983), una inteligencia es la
capacidad de resolver problemas o de crear productos que sean valiosos en uno o
más ambientes culturales.